paladin

el arte de gobernar accidentes

Iñigo Astiz

La exposición Paladin se ha abierto al público en Bastero Kulturgunea de Andoain dentro del programa Harriak, dedicado a la apertura de nuevos espacios para el arte contemporáneo. La colección reúne las obras de Miren Barrena, Leire Lacunza e Ibon Landa, y también incluye una proyección de vídeo para principios de diciembre.

«De repente tenía piezas nuevas». Miren Barrena (San Sebastián, 1996), con la transparente alegría de alguien que acaba de hacer un descubrimiento, ha recordado el trabajo de montaje de la exposición colectiva Paladin que han inaugurado en Bastero Kulturgunea de Andoain. Leire Lacunza Miranda (San Sebastián, 1996) e Ibon Landa Amutxategi (Vitoria, 1994) son los otros dos creadores que forman la exposición, y la mediación ha corrido a cargo de Damaris Pan, artista y profesora del Grado de Arte y del Máster de Pintura de la UPV-EHU. Sin embargo, no han tenido el viento a su favor. (más…)

3+1 20”

paola

amets arzallus

Paola

El mar lame la piedra y los hablantes las palabras. Y al final, las palabras y las piedras ceden, y se van rompiendo poco a poco. Rompiéndose y reduciéndose. Y adquieren una identidad particular. Y entonces se convierten en características de ese lugar en concreto.
La “farola” de Zumaia, desde su construcción, ha conocido a un sinfín de olas. Y ha perdido las piedras y una “R” con el vaivén de las mismas. Y como ocurre con muchas palabras en euskera, la F inicial se convirtió en P en algún momento. Y desde entonces comienza con un golpe de percusión: Paola. En esa colina de Talaimendi, donde la caricia del viento es más un «golpe» que un soplo. La música de las palabras siempre nos dice algo.
Desde entonces, en el Cantábrico, quien escucha la palabra “paola” ya sabe a qué faro se refiere. No tiene que esperar a las señales luminosas.
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Ez bultza egin!

¡Callarse!

Marixe Ruiz de Austri Arexolaleiba

“Los límites de mi lengua son los límites de mi mundo” Wittgenstein, L. (1961). Tractatus Logico-Philosophicus

El cuerpo se ha despertado en silencio, no ha hecho el menor ruido. Ha puesto un pie en el suelo de losas frías, pisando grietas que aún resuenan voces del pasado e imponiendo su silencio. Ha creado una escena especial en la que incluso el silencio tiene su valor, así como la posición de los pies y el sentido de la mirada. El insecto que mira por el pequeño agujero de debajo de la pared también ha notado la importancia de la semiótica en ausencia de palabras.

El cuerpo recién despertado no tiene todavía ninguna máscara, ni ruido, ni sonido, ni melodía, sólo el susurro del silencio. Como si estuviera inmerso en una guerra interna, aborda el reto que se había puesto a sí mismo en una pizarra que tiene en la esquina de la habitación, empieza a escribir. No es un reto fácil, quiere desgarrar los límites del alfabeto, pero sin crear sonido, ya que duda si la música de las letras no será demasiado despiadada para los oídos más finos.

Comienza el trabajo que se ha autoimpuesto, enumerando los elementos que componen el cuerpo.

Arruga, Cara, (re)Celo, Diente, Fachada, Fluidez, Frente, Herida, Hígado, Lengua, Mano, Nariz, Neurona, Ojo, Pelo, Plasma, Puño, Saliva, Sangre, Tensión, Tiempo.
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y me abrigué con tu palabra de fuego

allí donde se ven los nudos

Colectivo HARIA

“Oh, girls just wanna have fun (girls, they wanna, wanna have fun, girls wanna have)”

Cindy Lauper

Me pongo a escribir este texto en movimiento, sobre una bici estática, en un cuaderno de notas desordenado donde se mezclan referentes. Mi texto tiembla y las palabras aparecen confusas, algunas se perderán. Estas palabras están formadas por líneas, formas básicas para construir estructuras. El juego con la línea nos permite generar diferentes patrones, texturas, formas y deformaciones.
Otti Berger, artista textil encargada del taller de tejido en la Bauhaus entre 1931-32, decía que lo textil, además de ser visual, tenía que ser táctil. Abogaba por una textura visual que fuera interdependiente entre los dos sentidos. En este proceso, la intimidad de la textura tejida aparece, desde los márgenes, para situarse poco a poco en un espacio común, un lugar expositivo, donde se propone el hacer desde la práctica, entretejiendo con aquello que tenemos, situándonos, siempre, en relación al otro. Reivindicando la exposición como principio. Alterar el orden de lectura, comenzar desde lo último y volver al inicio. El dispositivo de la sala propone un alto en el camino, en él confluyen diferentes afluentes que desembocan en un lugar común, en un algo diferente. La intimidad del proceso creativo se vuelve pública, se expone y se libera de la atadura de su procedencia para pasar a ser un significante en relación con otros, un párrafo que es a la vez parte y todo de un relato.  ¿Cuál será el verso y el anverso de una exposición? La cara a y la cara b, el proceso y el resultado.
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