exposición ‘frozen trees’

En Frozen Trees (árboles congelados), Imanol Marrodán parte de la premisa de que los árboles son extraordinarios seres vivos. Pretende evidenciar su valor e importancia ofreciendo la posibilidad, a través de su situación geográfica dentro del paisaje, de visitarlos y contemplar su proceso de crecimiento y lenta transformación. Así, ha recogido en un mapa el lugar y entorno donde viven a través de sus coordenadas geográficas, convertidas también en códigos QR para la visualización en móviles.[Texto de photoespana]
«Los árboles, extraordinarios seres vivos.
Su discreta y silenciosa presencia apenas es percibida, quizás por su aparente inmovilidad. Silenciosos, confiados, tan fuertes y resistentes pero tan vulnerables e indefensos al mismo tiempo y sin embargo dependemos tanto de ellos. Hay una gran dignidad en su existencia.
Son seres vivos que nunca se moverán del accidental lugar donde nacieron y que presenciarán multitud de cambios a su alrededor. Sus ramas se extienden pacientemente produciendo el oxígeno vital para la existencia.
Indolentes protagonistas, mudos del paso del tiempo, los árboles son una metáfora que nos hace reflexionar sobre la contemplación y el ritmo lento que transforma con rigor constante la naturaleza, frente al ritmo frenético de un sistema artificial creado por el hombre que nos impide reflexionar sobre la esencia e importancia de valores e identidades perdidas en la velocidad de un tiempo apenas sentido. Un ritmo lento y pausado para poder pensar detenidamente y aprender de nuevo a sentir. Es lo que parecen decirnos los árboles con su aparente y discreta inmovilidad.
Los árboles, la nieve, el hielo y la niebla forman una atmósfera tonal intemporal estática y contemplativa, como un tiempo en suspensión que contrasta con los propios árboles, seres vivos que dependen de los cambios de las estaciones que forman el ciclo natural de la vida. Su estado de hibernación en condiciones tan extremas remarca aún más una medida del tiempo lento e inexorable próximo a lo indimensional. Ellos aún seguirán ahí cuando nosotros nos hayamos ido y se convertirán de nuevo en la misma tierra que les hizo crecer.
El proyecto pretende poner en evidencia el valor y la importancia de estos seres dando la posibilidad de hacer un seguimiento gracias a sus coordenadas geográficas, de poder ser visitados y contemplar su proceso de crecimiento y lenta transformación en su propio entorno natural.
Puede reconocerse el lugar donde está situado cada árbol en el mapa gracias a su número de referencia correspondiente.
Este trabajo está formado por imágenes realizadas desde el año 2003 hasta la actualidad. Este grupo de fotografías fueron tomadas dentro del Parque Natural de Urkiola, en las inmediaciones del monte Anboto.»