ni tan rojo como el fuego ni tan blanco como la nieve

La exposición Ni tan rojo como el fuego ni tan blanco como la nieve se realiza en Black Maritxu, una campa a las afueras de la localidad de Arrieta (Bizkaia), y los trabajos se apoyan sobre plataformas de madera colocadas horizontalmente a cierta distancia del suelo. Incluye obras de los artistas Charo Garaigorta, Esteban Torres Ayastuy, Iñaki Gracena, Maite Pinto, Manu Uranga, Nerea de Diego, Oihane Sanchez Duro, Sandra Cuesta, Uxue Ruiz de Arcaute, Xabier Barrios. La comisaria es Jasone Miranda-Bilbao.

 

Es difícil entender por qué el fuego se asocia con el color rojo ya que tiene también otros colores. Quizás sea porque provoca una intensa reacción. De los cuatro elementos griegos básicos (aire, fuego, tierra y agua), el fuego es la materia que tiene las cualidades más diferentes. Es energía en forma de luz y calor y no cambia con el tiempo del mismo modo que los otros. La blancura de la nieve provoca una reacción distinta a la rojez del fuego. Es agua helada en forma de cristales aglomerados sin impurezas, translúcidos, y cuando las partículas de luz (fotones) los atraviesan, interactúan con sus estructuras y cambian de dirección. El rebote de los colores de los fotones en todas las direcciones hace que se mezclen y combinen y se genere el color blanco.

 

El titulo de la exposición Ni tan rojo como el fuego ni tan blanco como la nieve conjura una imagen mental que no se delata a sí misma declarando abiertamente lo que es. No es esto-no es esto, dice. La mente rebota adelante y atrás intentando averiguar que será y el recorrido deja una secuela que lo tiñe todo. Al final se entiende algo, pero no todo. Ni tan rojo ni tan blanco propone una actitud especifica hacia la idea de las relaciones, y sobre todo hacia la idea de cómo construimos nuestra relación con el entorno. Las obras coexisten con el paisaje y los dos mundos cohabitan durante un corto periodo de tiempo. Aunque nunca lleguen a relacionarse directamente o a entenderse.