Diotima decía que el amor era un demonio mensajero entre los mortales y los inmortales, el hilo conductor de las transformaciones humanas, un viajero de apetito voraz que engullía tanto los cielos como los tiempos.
Un buen día, ese mismo amor se tragó a Auritz, Ander y Katza. Cuando vieron que la distancia entre las paredes de su fétida barriga comenzó a menguar, elaboraron un plan para salir al exterior.
Con un pincel arrastraron una gruesa pasta de óleo y retrataron el nervioso parpadeo de un rostro ahogándose en las profundidades del amor. Después capturaron el estridor de una cigarra y lo infiltraron en una romántica canción. Alarmado por estos acontecimientos el amor comenzó a tambalearse, pero ellxs se agarraron fuertemente a una rama y consiguieron superar ese temblor.
Desbordadxs por la emoción de tantos logros, se impulsaron hacia fuera del orificio y consiguieron desvelar la parte material y más palpable del amor. Vieron que este etéreo y poderoso personaje no era más que una criatura cornuda y azulada, con un bigote que le atravesaba la cara de oreja a oreja. Sorprendido, el amor les preguntó: ¿Cómo habéis podido escapar de los jugos efervescentes de mis entrañas? Y ellxs simplemente respondieron con una sonrisa y con esta exposición.
programa
26 de octubre
18:00: Inauguración.
19:30: Concierto de Txitxirios de Lamana.